- Un año más las diferentes asociaciones ISF nos hemos encontrado para abordar nuestras líneas de trabajo en común. Para ello, el pasado fin de semana nos desplazamos a Almedíjar (Castellón)
- Éste año el feminismo ha sido el eje principal, abordado desde diferentes enfoques.
- No faltaron la habitual Asamblea Federal ni los imprescindibles espacios de ocio.
Era jueves 11 de octubre, y un año más las diferentes ISF empezaban a llegar a la cita anual, la Cósmica. Un nombre que surgió al principio, en los 90, a modo de guiño: porque claro, esto no iba a ser un reunión estatal, ni internacional, ni mundial… sino Cósmica. Este año el lema era «De dins cap afora» (de dentro a fuera), y hacía referencia a la necesidad del trabajo interno en dos niveles: la importancia del trabajo grupal para intervenir en la realidad que nos rodea, y la importancia del trabajo interno de cada cual para abordar el trabajo grupal. Todo ello abordado desde una perspectiva feminista, eje principal de todo el encuentro. El día dio para las presentaciones y para un cineforum sobre la lucha feminista en Palestina, con la proyección de «Aquesta lliuta es per la vida». Porque el viernes arrancábamos a las 10, con talleres sobre las líneas de acción federales.
Por la tarde llegaron los platos fuertes, a elegir entre dos. El primero de ellos, «¿Donde queda el feminismo cuando estamos en grupo?», fue impartido por la Cooperativa Formigues Liles. El objetivo era visibilizar y trabajar los roles de poder y de género, así como las diferentes dinámicas de funcionamiento que se establecen por inercia en los grupos, fruto del machismo que vivimos. Para ello, se trabajó sobre la idea de generar estrategias colectivas que nos lleven a espacios de relación más sanos e igualitarios.
El segundo taller, con el título de «Resolución de conflictos en procesos asamblearios», nos acercó a una serie de técnicas y herramientas orientadas para favorecer el desarrollo satisfactorio de los conflictos que se dan en nuestros procesos grupales. Corrió a cargo del Centro de Facilitación de Procesos Grupales, y en el se creó una atmósfera en la que las personas asistentes pudimos compartir diferentes situaciones de conflicto vividas, en lo personal y en lo grupal.
Y así alcanzamos la segunda noche, esta vez dedicada al ocio, con la Gymkana ISFera, que nos dividió en cuatro grupos para abordar un total de cinco pruebas de habilidad, para terminar con un karaoke.
El sábado nos despertamos con el taller de Comunicación, en el que se expusieron las diferentes herramientas disponibles para la comunicación interna y externa, se recogieron nuevas sugerencias y se decidió en que emplear las horas de comunicación contratadas disponibles. De ahí pasamos al Vermouth feminista, que arrancaba con una charla sobre Ecofeminismo para terminar con la actuación del grupo «Manos morenas».
Por la tarde, no podía faltar la Asamblea Federal, en esta ocasión centrada en valorar qué nos aporta la federación y qué energías nos consume. El inicio de una reflexión muy interesante que durante este año nos habrá de servir para encontrar un espacio de confluencia de las ISF que se adapte mejor a nuestras realidades, tan diversas y a la vez comunes. Y llegamos a la noche con un guateque fallero, con mascletá incluida, en el que se entregaron los premios de la Gimkana y de las llamadas «Tareas de mierda», que consistían en elaborar una foto, un vídeo y una poesía, todo ello relacionado de nuevo, en mayor o menor medida, con el territorio.
Todo el encuentro se desarrolló en el albergue la Surera, en Almedíjar: un tranquilo pueblo de poco más de 200 habitantes en la comarca del Alto Palancia (Castellón), en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Espadán. Y el albergue era un espacio acorde al territorio. Acogedor, totalmente equipado, y perfectamente atendido por un equipo maravilloso que nos acogió y nos cuidó durante todo el fin de semana. Sirva como ejemplo la fantástica comida, que definen como «casera y rica, inspirada en la sabiduría de nuestras madres y abuelas, con recetas que te harán sentir como en casa. Utilizamos en la medida de lo posible ingredientes locales y verduras de temporada y buscamos conseguir la mejor relación entre calidad y precio». Muy en la línea de los valores que tratamos de fomentar en nuestra organización.
Es importante mencionar que el albergue se gestiona a través de Canopia, una cooperativa de trabajo asociado. Ésta proporciona un medio de vida para las socias y socios, y cuenta con el valor añadido de un fuerte compromiso con el desarrollo local y sostenible de la Sierra de Espadán y de la Comarca del Alto Palancia. Se trata de demostrar que la vida en el campo no pertenece al pasado sino que puede ser y es una respuesta a muchos de los problemas de nuestra época.
Y así un año más nos vimos las caras, cargamos las pilas, y nos volvimos a casa con un enorme agradecimiento al grupo de ISF Valencia, por habernos brindado una Cósmica tan especial.
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